viernes, 7 de diciembre de 2007

Estudiando el pedo del canguro

El organismo de los canguros puede esconder un potente arma para luchar contra el cambio climático. Se trata de una bacteria presente en estos marsupiales gracias a la cual sus flatulencias no contienen metano.

Científicos australianos trabajan para tratar de implantar esta bacteria en vacas y ovejas ya que, según Athol Klieve, uno de los encargados de este programa desarrollado por el Gobierno del Estado de Queensland, "el 14% de las emisiones" australianas proceden del ganado ovino y bovino.

La responsabilidad de ovejas y vacas es aún mayor en países como Nueva Zelanda, "donde la ganadería está más desarrollada" y el nivel de sus emisiones "alcanza un 50%".

Por la bacteria, los gases de los canguros no contienen metano, al contrario de lo que ocurre a las vacas y las ovejas, cuyas flatulencias pueden representar un alto porcentaje del volumen total de emisiones de gas de efecto invernadero.
"Un 14% de las emisiones de todo origen en Australia vienen de las entrañas de los bovinos y ovinos", afirmó Athol Klieve, un científico que trabaja en un programa desarrollado por el Gobierno del Estado de Queensland (noreste). "En otros países, como Nueva Zelanda, donde la ganadería está más desarrollada, el nivel alcanza un 50%", declaró. Los científicos afirmaron asimismo que esta bacteria permitía una digestión más eficaz de los alimentos y podría suponer un ahorro potencial de varios millones de dólares en costo alimentario para los ganaderos. No solamente los animales dejarán de emitir metano, sino que obtendrán de un 10 a un 15% de energía suplementaria con lo que comen, señaló el científico. Los trabajos están en una etapa aún balbuceante: el aislamiento de esa bacteria debería llevar unos tres años antes de poder empezar a elaborar una técnica para trasplantarla a vacas y ovejas.
Fuente:Infobae.com, 20minutos.es

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